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| Décima Década El descubrimiento de una anomalía desprendida del género humano no fue el único incidente que removió la historia de la segunda mitad del siglo. Un hecho más se produjo; de éste, sin embargo, pocos tuvieron noticia... |
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| Décima Década Miranda detuvo su automóvil cerca a una estación de servicio. Tenía aún combustible para cientos de kilómetros, pero le interesaba ganar tiempo antes de llegar al Centro de Inves |
3
| Décima Década Aún tenía una hora antes de llegar al Centro de Investigaciones Especiales, así que decidió dar una vuelta por la suidad. Al lado de los domos que protegían a los humanos de la atmósfera agresiva, estaban los caminos para los avatares... |
4
| Décima Década Cuando se percató de que el momento de llegar al Centro de Investigaciones Especiales era ineludible, se aproximó lentamente al complejo de edificios. Ya no para ganar tiempo, sino por las extremas condiciones de seguridad que imperaban ese día... |
5
| Décima Década -Tenemos órdenes. Tiene tres segundos para empezar a descender.
Miranda ajustó los controles para maniobrar ella misma. Un par de compuertas se abrieron... |
6
| Décima Década Índigo Cavalera paseaba en su silla por el corazón del Centro. Se detenía junto a cada operario, como si pudiera verificar que ellos hicieran bien su trabajo. Cuando Miranda entró, Índigo estaba hablando con el jefe de seguridad... |
7
| Décima Década Los del Centro llegaron uno a uno. Se acomodaron frente al ventanal blindado que protegía a los observadores contra la radiación que originaría el viaje. El jefe de ingenieros empezó la cuenta regresiva: "9, 8, 7..." |
8
| Finales de la Novena Década Laboratorio Central. Miranda a sus 22 años entra por primera vez al templo más admirado del Centro de Investigaciones. Afuera dicen que allí Índigo inventa algo para revertir el proceso de mierdificación del planeta, pero en aquel sitio... |
9
| Octava Década Los niños avatares salieron en tropel de la escuela. La vida era simple para ellos. Libre. Todas las tardes prometían una aventura en los domos que estaban construyendo los avatares adultos... |
10
| Octava Década -¿Estás solo?
Rasid dejó a un lado sus herramientas de construcción. Había estado trabajando toda la mañana. A la hora del almuerzo estaba tan cansado que no quería ni siquiera sentarse a masticar en compañía de su padre... |
11
| Octava Década El viejo quedó sentado al lado de Rasid, de manera que los dos pudieran mirar al mismo lugar si el muchacho levantara la cabeza.
-Mi nombre es Urbano, ¿y el tuyo?... |
12
| Octava Década En 1855 el jefe Seathl respondió una oferta de compra de sus tierras por parte del gobierno norteamericano. Urbano trató de imaginar una vez más el mensaje original, distorsionado primero por el traductor, luego por el copista, luego por los que... |
13
| Octava Década Miranda sólo una vez antes en su vida había mirado a un avatar de frente, cuando era niña, en uno de los parques cercanos a su casa. Los domos peatonales estaban recién construidos... |
14
| Octava Década El chofer de Índigo Cavalera disminuyó la velocidad casi hasta la inmovilidad al enfilarse hacia el callejón donde quedaba la casa de Miranda. El recorrido desde la avenida principal que llevaba... |
15
| Décima Década -Nuestro sueño Índigo –dijo Miranda en medio de la algarabía del triunfo por el éxito del experimento-, al fin hemos alcanzado aquello para lo que usted me preparó toda la vida... |
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| Décima Década La puerta hizo un sonido fortísimo al abrirse. Miranda despertó sobresaltada. Tardó varios segundos en recordar lo que había sucedido. Creyó que venían a asesinarla... |
17
| Décima Década -¿No te parece extraño –dijo la anciana- que Índigo tuviera tanto éxito desde tan joven? En Santa Fe, hace cien años, no existía la menor posibilidad de que alguien, sin dinero como él, pudiera fundar la que es hoy la mayor corporación del planeta... |
18
| Décima Década Las dos estaban ya en el sitio donde horas antes se había realizado el experimento. Miranda fue hasta el ventanal blindado. Allí permaneció un par de minutos mirando fijamente la máquina del tiempo... |
19
| Décima Década Rasid caminaba apresurado. Tenía un gorro de lana, guantes, y una chaqueta de cuello alto. Miraba al piso. Iba por uno de los caminos destinado para los humanos... |
20
| Décima Década La mayoría de los empleados de vigilancia lo observaban. Su apariencia, si bien podría ser tomada por humana, desencajaba en un sitio elegante. Además, su elevada estatura era llamativa... |
21
| Décima Década Caminó hacia el oriente por el camino que se alejaba de la Estación. De vez en cuando se paraba frente a una vitrina esperando encontrar un indicio de que lo seguían... |
22
| Décima Década Esperó junto a la puerta por varios minutos. Nadie salió tras él. Rió por su paranoia y se puso en camino. Tan pronto dio los primeros pasos escuchó algo más que el viento. Volteó y miró hacia arriba... |
23
| Décima Década No muy lejos de allí la reunión apenas empezaba. Los que habían llegado estaban acomodados. El grupo era de unos cuarenta avatares. Todos, excepto Urbano, entre los dieciocho y los treinta años... |
24
| Décima Década Rasid supo que la explosión le traería problemas. Si lo estaban siguiendo, sabían que él iría a la reunión. Decidió volver por la insignia, colocársela de nuevo e ir a pasear por las calles avatares más alejadas de la explosión... |
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| Décima Década Cuando despertó estaba en el piso de una celda. Era una pequeña habitación de dos por un metro, de paredes de hormigón e iluminada por un débil foco... |
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| Primera Década La Plaza Mayor de Santa Fe vista desde una de sus esquinas, a través de una ventana del Colegio San Bartolomé, tenía exactamente el mismo aspecto que Rasid Bagda había aprendido durante su asistencia a la cátedra... |
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| Primera Década La respuesta la dio casi de inmediato Índigo Cavalera:
-Lo llaman gas de los pantanos. Por eso se cree que tiene un olor muy desagradable, pero en verdad no es tan malo... |
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| Primera Década -Índigo -Rasid echó a andar y salió del salón de clase con Índigo. Le puso afectuosamente una mano en el hombro y siguió hablándole mientras bajaban la escalera-: Mira a tu alrededor... |
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| Primera Década Salieron del colegio y caminaron por la Séptima Avenida.
-Sí -respondió Índigo-, pero... Rasid, hay muchas formas de ayudar... |
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| Primera Década Índigo había mantenido alta la voz todo el tiempo. Rasid apenas lo veía de reojo. Los transeúntes los miraban con curiosidad, y eso molestaba a Rasid, pues sabía que debía pasar desapercibido... |
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| Décima Década Índigo y Miranda paseaban por uno de los bulevares del Centro de Investigaciones Especiales. Ese era el hogar para los dos. Índigo había pagado enormes sumas de dinero a los arquitectos que diseñaron el sitio... |
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| Décima Década Índigo entró sin anunciarse a la habitación de Rasid. Éste ya se había acostumbrado a ese tipo de intromisiones.
-¿Cómo va el entrenamiento? -preguntó Índigo... |
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| Primera Década Índigo continuó caminando por la Séptima Avenida hacia el norte. Avanzó seis calles más y entró en un edificio de locales comerciales... |
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| Primera Década Índigo esperó a que los alumnos de la clase de aeróbicos se retiraran. Nunca sabía si a Miranda le molestaba que lo vieran con él o no. Ella le llevaba 18 años. Una generación... |
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| Primera Década Al salir rehicieron el camino por la Séptima Avenida hasta el Palacio de San Francisco. Miranda encajó con sus manos un cuadrado imaginario, como si se dispusiera a filmar el edificio. Índigo rió... |
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| Primera Década Si se conocía el camino a través de los sótanos, era posible salir por la puerta contraria a aquella por la cual se había entrado. El sitio estaba completamente oscuro... |
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| Primera Década Rasid se movía a tientas en la oscuridad. Sabía que Miranda tenía que contarle la verdad a Índigo, o inventar una historia descabellada... |
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| Primera Década Las palabras de Rasid se colaron lentamente a través de la barrera sensual que había levantado Miranda. Índigo sacudió la cabeza y se restregó las manos en el rostro para hacer desaparecer el cosquilleo en las mejillas que le impedía abrir los ojos.. |
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| Primera Década Índigo y Miranda pararon a descansar. A pesar de que los dos eran atletas, habían hecho varios centenares de metros a toda velocidad... |
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| Primera Década Amigos. Siempre. Esas palabras sacudieron a Índigo. No supo si ella había movido la cabeza de un modo único, o si la luz se había reflejado de una forma peculiar, porque vio, por primera vez, que Miranda tenía arrugas en la frente... |
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| Décima Década El complejo de edificios del Centro de Investigaciones Especiales estaba dormido. En un instante era una masa enorme de concreto rebosante de luz... |
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| Décima Década -Éste es, Índigo, el Centro de Investigaciones Especiales. He aquí la máquina del tiempo. Afuera tenemos la suidad de Santa Fe de la décima década -Miranda adoptó una pose de guía turística-... |
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| Décima Década Miranda siguió guiando hasta que llegaron a una puerta con cerradura electrónica. Tenía su propia batería. Puso su mano sobre ella y los sensores dactilares autorizaron la entrada... |
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| Décima Década Las luces se encendieron. El segundo reactor había entrado en operación. Miranda se acomodó en una máquina de control de aire acondicionado que estaba ubicada en esa habitación, y conectó los conductos de ventilación... |
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| Décima Década Miranda ayudó a Índigo a amarrar mangueras para completar los lazos. Cuando juzgó que tenían suficiente longitud se enrolló uno, de los hombros a la cintura. Índigo hizo lo mismo... |
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| Décima Década Cuando llegaron al suelo, Miranda guió a Índigo hasta el único automóvil estacionado en el garaje. Era una nave ligera usado por los guardias encargados de la seguridad externa del Centro... |
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| Décima Década -Ahora los humanos viven en domos. No pueden salir al exterior, simplemente porque no resisten las altas concentraciones de ácido sulfhídrico que hay en la atmósfera... |
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| Décima Década «Pero los avatares tienen un grave problema, y es que se reproducen muy rápido. Un niño avatar está en capacidad de trabajar a los diez años... |
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| Décima Década «Tu Yo anciano desea la extinción de la raza humana. Quiere crear las condiciones propicias para que la raza avatar domine el planeta, pero para que eso sea posible los humanos debemos desaparecer... |
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| Quinta Década Las calles de la zona industrial de Puente Aranda, durante la quinta década, permanecían solitarias la mayor parte del tiempo. No había construcciones residenciales... |
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| Quinta Década -La única opción que tenemos es tratar de evitar el accidente. Podemos entrar a la planta y cerrar el paso de algunos compuestos... |
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| Quinta Década «Ese día empezaron por el edificio de industria química. Su presencia coincidió con una falla en los sistemas de seguridad. El circuito cerrado de televisión se averió... |
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| Quinta Década «Industrias Cavalera actuó rápidamente. Decenas de helicópteros cargados de material inhibidor tardaron pocos minutos en llegar... |
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| Quinta Década «Estalló un escándalo que le resultó muy costoso a la corporación. Para la producción de ciertos compuestos, utilizaban virus. Fue precisamente un virus lo que originó la mutación. La primera descarga a la atmósfera contagió a los recicladores... |
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| Quinta Década Miranda terminó de hablar. Ella jadeo debilitada por el aire. Índigo estuvo todo el tiempo caminando alrededor de la nave. Se acercó a Miranda y encogió los hombros en un gesto despreocupado... |
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| Quinta Década Al llegar a donde había dicho Miranda, el rostro incrédulo de Índigo cambió a una expresión de asentimiento. Un agujero en la placa de piso permitía ver el primer nivel... |
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| Quinta Década Miranda jaló a Índigo hasta la entrada de la habitación. No dejó que bajara la escalera, lo empujó. Ella misma dio un salto hasta el nivel inferior... |
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| Quinta Década Una puerta que comunicaba con otras secciones de la fábrica se abrió. Entró una fila de guardias. Luego un Índigo Cavalera de setenta años... |
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| Quinta Década -Yo nunca te dije nada que te diera esperanzas. Tú armaste historias, decías que tendríamos un hogar en otra parte, pero nunca preguntaste mi opinión. Yo nunca te dije que sí... |
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| Quinta Década Índigo había cerrado los ojos tan pronto lo envolvió la burbuja de luz. Como viajero experimentado del tiempo sabía que si los dejaba abiertos vería manchas luminosas por horas... |
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| Primera Década Rasid se vio solo en la plazoleta del Chorro de Quevedo. Había gente a su alrededor: estudiantes, vendedores ambulantes, niños jugando; sin embargo, él estaba solo... |
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| Primera Década -"...el hombre no puede quedar excluido de un destino común". Rasid repitió para sí lo que había aprendido con Urbano. Le daba tranquilidad y esperanza... |
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| Primera Década Rasid era el primer avatar. Era el último avatar. Convirtió sus días en tristezas y ensució su cuerpo con inhalaciones fuertes. Poco a poco la ciudad se fue reduciendo para él, hasta no abarcar más que cuatro calles:... |
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| Primera Década Su ritmo de vida autodestructivo lo envileció. Rasid Bagda, el primer mentor de Índigo Cavalera, se convirtió en un ser abyecto. Cada vez le interesaba menos controlar sus apetitos e instintos básicos... |
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| Décima Década Miranda Macedonia, anciana de ochenta años de edad, estaba en la consola de la máquina del tiempo. Acababa de enviar a la joven Miranda Macedonia a la primera década... |
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| Décima Década Miranda estuvo de pie mirando a Índigo por varios segundos. Sus ojos marchitos se llenaron de lágrimas y se apoyó cansadamente en la pared a su lado... |